La figura del vampiro ha servido como inspiración para todas las manifestaciones culturales,y los cómics no la han pasado por alto. Desde que el cómic es conocido como tal, los vampiros han desfilado infinidad de veces por sus páginas, ya que el llamado Noveno arte, no ha podido escapar a su fascinación. El vampiro ha sido presentado, y representado, de las más diversas maneras, en su forma mas conocida, que es esa bestia sedienta de sangre, pero, con el paso del tiempo, se le han dado nuevas perspectivas, ya sea presentándolo como un personaje atractivo o seductor, como superhéroe o antihéroe en busca de la redención, como victima o victimario pero, indudablemente, con un protagonismo de verdadero peso. El atractivo de la figura del vampiro, y su calidad multifacética, permiten ubicarlo en historias de la más diversa índole, ya sea en situaciones de acción y aventura, terror, o en relatos de una alta carga melancólica, que nos permiten sentirnos identificados con él. Si bien, el mism